"Creo en el arte en función de humanidad; por eso tanto mi pintura
como mi teatro se orientan a expresar sentimientos, pasiones y conflictos
del hombre en acción perenne de perfeccionamiento. Como artista vene-
zolano creo y siento que debo expresar a mi pueblo, por ello persigo, dentro
de formas nacionales, aquello que, como síntesis esencial, une nuestro
espíritu a lo universal. Lograr eso a cabalidad es mi tarea fundamental y
por lo cual estudio y trabajo día a día. No es fácil pero tampoco imposible.
Una nación, un país perviven por sobre todas las cosas en la medida en que
es fuerte y creador su espíritu nacional. La tarea de los artistas nuestros
debe ser la de contribuir con sus obras al fortalecimiento y desarrollo de
ese espíritu. La suma de cuanto se haga en ese sentido, unido a lo que ya
han hecho los artistas nuestros del pasado siglo, determinará el resurgi-
miento de un verdadero y poderoso arte nacional.
En cuanto a nuestro teatro, creo que ha de ser el producto del proceso
de integración y afirmación nacional que se viene cumpliendo desde que
existimos como conglomerado con caracteres propios. Nuestro teatro es y
será el producto de hondos y tenaces esfuerzos colectivos, y de ninguna
manera producto de individualidades o de realizaciones aisladas del pueblo
venezolano y sus aconteceres" (César Rengifo)
como mi teatro se orientan a expresar sentimientos, pasiones y conflictos
del hombre en acción perenne de perfeccionamiento. Como artista vene-
zolano creo y siento que debo expresar a mi pueblo, por ello persigo, dentro
de formas nacionales, aquello que, como síntesis esencial, une nuestro
espíritu a lo universal. Lograr eso a cabalidad es mi tarea fundamental y
por lo cual estudio y trabajo día a día. No es fácil pero tampoco imposible.
Una nación, un país perviven por sobre todas las cosas en la medida en que
es fuerte y creador su espíritu nacional. La tarea de los artistas nuestros
debe ser la de contribuir con sus obras al fortalecimiento y desarrollo de
ese espíritu. La suma de cuanto se haga en ese sentido, unido a lo que ya
han hecho los artistas nuestros del pasado siglo, determinará el resurgi-
miento de un verdadero y poderoso arte nacional.
En cuanto a nuestro teatro, creo que ha de ser el producto del proceso
de integración y afirmación nacional que se viene cumpliendo desde que
existimos como conglomerado con caracteres propios. Nuestro teatro es y
será el producto de hondos y tenaces esfuerzos colectivos, y de ninguna
manera producto de individualidades o de realizaciones aisladas del pueblo
venezolano y sus aconteceres" (César Rengifo)
Los ponentes, Saúl Rivas Rivas y Humberto Orsini, que conocieron en vida al dramaturgo dieron luces sobre los títulos compilados en la Colección César Rengifo, del Fondo Editorial Fundarte, con la que reconocen el legado de quien fuera, además de escritor, un excelente artista plástico y perio- dista.
“Estamos
a dos años de cumplirse los 100 años del nacimiento de César y desde
hace ya tres años celebramos el Día de la Dramaturgia cada 14 de mayo,
en su homenaje. Rengifo nace en plena dictadura de Juan Vicente Gómez, y
a propósito de eso sus obras estuvieron orientadas a transmitir los
estragos que esa época provocó en nuestro país”, afirmó Rivas.
Según
Rivas, ¿Por qué canta el pueblo? es la travesura de un rebelde, una
comedia contada en lenguaje coloquial, en la cual se toma como eje
central a una familia encabezada por un padre profundamente gomecista,
mientras la madre y los hijos rechazan su dictadura. Esta situación
desencadena una serie de conflictos, entre los que se inmiscuye “la
sagrada”, tal y como se denominaba a la policía de Gómez en la época,
que terminó causando desgracias en el hogar . “Esta situación trae a
colación un hecho contemporáneo, ya que despeja el mito de que la
familia se ha separado por causa de la revolución”, explicó Rivas.
Por
su parte, Orsini se permitió dar una visión sobre Harapos de esta
noche, ópera prima de Rengifo, de la que afirma tener el honor de
realizar su lectura dramatizada. La pieza teatral que definieron como
una especie de melodrama trata de la relación informal entre una mujer
trabajadora y un hombre de clase alta, de la que nace un niño. El
pequeño, quien en principio no fue reconocido por su padre, crece y es
reclamado en medio de un conjunto de injusticias sociales que
desfavorecen a la madre, quien finalmente da un giro fatal a la
historia.
“Esta
obra denuncia la estructura social de los 50. La orfandad de los
despreciados que, al no tener leyes para ampararse, utilizaron lo
necesario para subsistir”, afirmó Orsini.
Ambos
ponentes concluyeron que Rengifo dejó un conjunto de obras completas en
las que mediante la crónica se cuenta la situación y la historia de un
país.
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