Dos objetos celestes llamaron este 15 de febrero nuestra
atención y nos alertaron sobre la importancia de estudiar a los
asteroides cercanos a la Tierra: el meteorito caído en Rusia y el asteroide 2012 DA14.
Aunque la trayectoria del meteorito sugiere que no es un trozo del
asteroide, y no tenemos entonces razón fundada para temer que una
«lluvia» de objetos caiga sobre nuestras cabezas, sí que ambos nos
alertan de que debemos buscar, seguir y estudiar a estos trozos de roca y
metal que chocan con nuetro planeta.
La Tierra ha sufrido múltiples colisiones desde su origen.
Numerosas cicatrices en forma de cráteres y miles de meteoritos
recolectados por el hombre lo certifican. El impacto de un asteroide de
tan sólo 10km de diámetro pudo causar la extinción de los dinosaurios.
Afortunadamente esto ocurre cada cien millones de años.
Pero impactos de cuerpos más pequeños son mucho más frecuentes. En 1908
un asteroide o cometa de unos 50km de diámetro, similar a 2012 DA14,
impactó contra la Tierra en la región de Siberia llamada Tunguska. La
onda expansiva que produjo arrasó decenas de miles de kilómetros de
bosque.
Ayer un meteoroide de 15 m de diámetro cayó en las
cercanías de una ciudad en Rusia. Viendo sus efectos y cómo quedó
Tunguska en 1908, podemos hacernos una idea de la catástrofe que tendría
lugar si un objeto como DA14 impactara cerca de una gran ciudad. ¡Y un
objeto así impacta contra la Tierra cada siglo!
Conocer cómo son estos cuerpos y con que frecuencia ocurren
estas colisiones nos permitirá idear formas para desviarlos o
destruirlos, o establecer estrategias de supervivencia. Pero detectar
objetos de apenas unos metros de diámetro en el cielo es una tarea
complicada porque son muy débiles. Requiere de una inversión decidida y
sostenida en el tiempo, y en esto Europa va muy a la zaga. Estudiar
estos asteroides y meteoroides no es sólo materia de interés científico,
es una cuestión de pura supervivencia.
El Meteorito impactó con todas sus fuerzas en Rusia, dejando mças de 1.100 heridos y daños materiales. |
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